Es difícil, tácitamente, salir y verse en la sociedad. Pero es algo que veo necesario para poder llamarse persona hoy en día. Se expande una ceguera en la sociedad, que culpa a un sistema, y no ve que todo empieza por un individuo consumido por su hipocresía. Quien desconcertado y preocupado por un más allá, genera la delegación de las decisiones sobre su vida a un genio que solo promete el porvenir de una satisfacción perpetua, cuando solo es dueño de un presente incierto y un pasado manipulado.
Mismo hipócrita que se enajenó adquiriendo por gula y no por necesidad. Que actuó por miedo a un daño moral preestablecido como control de una masa fóbica y, al mismo tiempo, fetichista por su propia vida; Y no con la razón que hace mucho fue reemplazada por un sentido común más conveniente. De este modo mantienen auto eficiente nuestra dominación, dibujan una raya y delimitan una jerarquía por medio de intereses ajenos, que se mantendrá sola a lo largo de los años.
Mismo genio que trata de proyectar su interesante persona con mentiras que vende, no para sobrevivir sino para idiologizar clonandose en los demás; Sin darse cuenta de que hace falta una vida entera y más para lograr una ideología. Encuentra diversión regalándole a quienes hay que educar y quitándole al que intente avanzar.
Deidades divinas que enseñan la bondad adorándose a si mismas por sobre todo y Políticas que dominan en vez de cooperar. Después de tantos años de dominación, los individuos ya son inocentes de su propia hipocresía, porque no se sabe por qué se actúa, solo se sabe qué es lo correcto establecido.
No se puede vivir en armonía en un mundo desincronizado por necesidades imaginarias, que dividen a la población y la enemistan entre sí. Poco a poco volvemos a un estado salvaje que solo lucha por la supervivencia del más apto. Con esto nos referímos a civilizacion.
Dónde está la justicia, cuando nuestro propio Estado esta subordinado. El mundo es uno solo y cuando se llegue a un acuerdo mutuo se verá una solución. De qué sirve seguirse tirando piedras y luchar por subir en una escalera imaginaria, donde nadie ayuda al que tropieza y solo uno va a sobrevivir.
Por esto, deduzco que la felicidad de hoy en día es fingida y, cada vez más, se valora lo material por sobre las personas. No deberíamos avanzar por encima de nuestra humanidad.
Todos tenemos esa molestia en el cerebro, que nos hace cuestionar la actualidad y dudar sobre la realidad que otros nos infunden; Y es porque la voz de uno no es escuchada en esta gran ciudad y porque hay tantos significados de la palabra justicia como personas.
Todos buscan una solución pero, acaso, no se dan cuenta de que somos reemplazados por maquinas solo por un interés adquirido?
Siempre me interesó saber los límites de mis actos y dónde empiezan y terminan estos con respecto a otros individuos; Uno tiene que poder percibir los códigos de la vida cotidiana, tratar de preservarlos y, sí puede, mejorarlos.
Por ahora la voz común no tiene poder, pero cuando sea escuchada, muchas inquietudes tendrán solución..
Es obvio que ni una vida entera alcanzaría para llegar a ser sabio, pero hay que esforzarse por entender todos los lenguajes.
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